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No más derribo… por favor

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  • cambio climático , rehabiliotación
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  • Barcelona cambio climatico rehabiliotación

Era un edificio normal, clásico, como los hay muchos más de la primera mitad del siglo XX en Barcelona, calle Aribau 195… pero este edificio ya no está.

Lo han derribado.

No había patologías técnicas, y tampoco era un edificio feo con espacios poco funcionales. Simplemente eran viviendas con una estructura típica de muros de carga y forjados unidireccionales. Entonces porqué se tenía que derribar? Pues, porque el propietario de las oficinas vecinas, la compañía de seguros Zurich, adquirió la finca y como las alturas del edificio nº197 no coincidían con las del edificio en nº195 y la propiedad quería comunicar los dos, se decidió sustituir todo el edificio de 1936 por una construcción nueva… posterior derribo de las 7 plantas existentes.

Estamos ante una barbaridad. No de escala muy grande pero una absoluta barbaridad. Porque en estos tiempos de emergencia climática, cualquier gestor de inmobiliaria se tiene que dar cuenta de dos cosas: primero de la huella ecológica de lo que implica una operación de derribo y construcción nueva. Y segundo de la capacidad de los arquitectos de encontrar soluciones creativas para problemas espaciales, como en este caso unos desniveles entre un edificio y la finca adyacente. No puede ser que un desajuste entre alturas justifica la generación de miles de  metros cúbicos de residuos, un gran impacto ambiental para el vecindario en medio de la ciudad (primero del propio derribo y después de dos años construcción), más el coste ambiental en toneladas de CO2 de todo los materiales nuevos. Para según qué promotor parece que es más cómodo operar así que rehabilitar un edificio existente, porque obliga a trabajar una respuesta un poco más compleja. Pero vaya falta de imaginación y vaya despilfarro.

No es la primera vez que acusamos esta mala costumbre de derribar innecesariamente edificios. Es algo que la ciudad no puede soportar.