
más cerca del final de los fósiles
La semana pasada pasaron varias cosas que aparentemente nos acercan al final de la época de las energías fósiles. No contemos victoria de toda manera, y tampoco hay que imaginarse que este final esta a la vuelta de la esquina. Nos quedan a lo menos unas décadas de dolorosa convivencia con carbón, petroleo y gas natural. Pero por los acontecimientos recientes se habla de un “tipping point“, un momento cuando ya no hay vuelta atrás, dado el hecho que se está consolidando una coalición diversa que empuja en la dirección de las energías sin emisiones. Ya no solo son científicos y activistas pero ahora también accionistas, jueces y (no es broma!) algún político.
La más significativa de las noticias ha sido sin duda el hecho que la magistratura holandesa ha decidido que una empresa, en este caso Royal Dutch Shell, una de as más grandes de las petrolíferas al nivel global, tiene la obligación de proteger las ciudadanos de los Países Bajos contra los efectos de las emisiones de CO2 que son la consecuencia de sus actividades empresariales. Y este argumento se extiende a las actividades que Shell desarrolla en todo el mundo, tanto en Nigeria como en Holanda, y no solo a las emisiones que la empresa causa ella misma pero también las de la gente que compra sus productos. Esto puede sonar lógico para muchos de vosotros pero son estas filigranas jurídicos que tantas veces han protegido las grandes empresas para que no tenían que afrontar las consecuencias de sus acciones. Y celebramos el hecho que ahora una juez haya aplicado el sentido común, definiendo una idea clara, y que a todo esto se haya acoplado una conclusión contundente: Shell tiene que reducir sus emisiones ya.