
Las energías renovables son necesarias e inevitables, también en Barcelona
La descarbonización de la energía es urgente y esto tiene sus consecuencias para zonas donde se consume la mayoría de esta energía. Catalunya y la ciudad de Barcelona son un foco en este aspecto y también aquí se está afrontando una transición energética, con considerables dificultades en cuanto a la gestión del paisaje y del planeamiento urbano.
En Catalunya la integración de nuevas infraestructuras energéticas renovables no acaba de arrancar. Campos fotovoltaicos y molinos eólicos chocan en zonas rurales con la población local, que los considera un ataque al paisaje. Y dentro de las ciudades la instalación de FV en cubiertas muchas veces es de una escala que no genera lo suficiente interés económico como para superar las farugosas tramitaciones administrativas (… aunque a lo menos el impuesto al sol ya lo hemos superado).
Hay mucho NIMBY en todo esto y en el departamento de territori i sostenibilitat de la generalitat se sigue considerando un campo FV un elemento a esconder. Pues, si mantenemos esta actitud Catalunya no llegará a cumplir nunca con sus objetivos, o mejor dicho: pretensiones, en cuanto a la descarbonización de la energía. Nos lo tenemos que pensar seriamente.
En B01 arquitectes ya hace años que estamos integrando fotovoltaica en la arquitectura; en los teatros de Sant Andreu de la Barca y Lloret de Mar y en una intervención en una casa privada en Alella ya lo hemos podido combinar con una batería para autoconsumo. Nuestro edificio de 210 viviendas en La Marina del Prat Vermell en Barcelona también contará con unos 64kWp y con 45kWh de baterías. Sabemos por lo tanto por experiencia propia, que hay que esforzarse para integrar las energías renovables en el territorio y en los edificios. Pero es una obligación, es urgente y todos los agentes implicados tendrían que dejar de esconderse detrás de argumentos simples y coger su responsabilidad.