
La compleja tarea de de-materializar y re-utilizar los recursos
Es difícil rehuir en estos momentos de una reflexión sobre como el ser humano se relaciona con el planeta en el cual vivimos. Nuestra especie se demuestra más vulnerable de lo que nos gustaría ser frente las fuerzas de la naturaleza y los fenómenos que intentamos de controlar, como por ejemplo los flujos de recursos primarias y después residuos, parecen más grandes de lo que somos capaces de gestionar de manera sostenible.
En cuanto a los recursos naturales de la tierra y su conversión en mercancía de todo tipo (sea bombillas de LED, muebles o hormigón, por lo que nos ataña a nosotros arquitectos) existe la idea que el crecimiento económico implica por defecto un mayor consumo de materiales. Ya en un post de hace 6 años (old style) recogiendo una noticia de Chris Goodall, detectábamos que debería ser también posible conseguir un aumento del bienestar con menor consumo de materiales.
Este asunto ha sido elaborado ahora en profundidad por Andrew Mc Affee, en el libro More from Less. Explica y demuestra de manera fiable, apoyando se un mayor eficiencia industrial y económica, que en EEUU la prosperidad ha ido aumentando mientras que el consumo de recursos decreció. Y esto, según dice, sin desplazar estos consumo a otros países pero aquí hay, francamente, un aspecto del libro que no convence del todo. Porque sustentar esto en nuestro mundo globalizado, no es riguroso sin contabilizar consumos y extracciones al nivel global. El libro es entretenido, es un típico caso de total confianza en las bendiciones del progreso tecnológico, muy americano por esto, pero en la esencia toca un proceso absolutamente necesario: conseguir que la reducción del consumo de recursos no vaya a coste del bienestar, o incluso una de-materialización del bienestar, como lo llama Mc Afee.
La magnitud de los flujos de materia prima, residuos y reciclaje y el vinculado fenómeno de la economía circular, lo trata este artículo del National Geographic. Indicando que actualmente 9% de los recursos que consumimos son reciclados, nos cuenta de iniciativas empresariales varias que utilizan logran cerrar el círculo. Hablando de edificios, indumentaria, metales y otros, repasan historias reales de nuestra compleja sociedad que son animadores. Pero ver en estas preciosas fotos-NG los bultos de basura que producimos sigue siendo también impactante y asusta. Es esta la tarée que tenemos delante?
Los conceptos de de-materialización y reciclaje son claros y inspiradores pero su implementación es complicada. Hay cada vez más políticas, como estas por parte de la Unión Europea, que nombran explicitamente también el sector de la construcción y los edificios. Seguramente nos impulsarán en la dirección correcta pero la realidad seguirá siendo dura y obstinada. Insistiremos por esto.