
Hay que talar árboles
…y después replantar les en bosques gestionados de manera sostenible… obviamente… porque solo talar no tiene gracia. La idea es que haya extracción y regeneración de madera nueva constante.
Utilizar madera en la construcción es cada vez más normal y menos mal. Porque sustituir elementos estructurales como hormigón y acero por madera CLT (cross laminated timber) significa utilizar, en lugar de materiales que causan emisiones de CO2, material que ha absorbido CO2 del atmósfera, fijando lo en forma de carbono dentro de madera, dejando lo allí por años, décadas e incluso siglos.
Parece una solución de las más lógicas pero el sistema económico, comercial, de la construcción en España es tal que en realidad se trata de una transformación enorme. Las tecnologías generalmente aceptadas, las normativas, el mercado, los promotores y los compradores.., todos los agentes están acostumbrados a trabajar con hormigón, ladrillos y hierro. Y cambiar esto requiere muchos pasos: adaptaciones en la normativa, generación de conocimiento, el desarrollo de un mercado, superar prejuicios, un salto de escala industrial… muchos pasos, la verdad.
Hace 8 años ya hicimos una visita a la empresa Fustes Sebastia en Rialp, una fábrica de elementos constructivos de madera y en breve volveremos a ir allí para poner nos al día de los avances tecnológicos que han habido en estos años. La hermana del gerente de esta empresa familiar, Emma Sebastia Sarroca, ha escrito su trabajo final de grado en arquitectura sobre la gestión forestal en Catalunya desde el punto de vista de la explotación de la madera como material de construcción. Es un documento con hipótesis interesantes como por ejemplo el hecho que los bosques Catalanes permiten la extracción de 23% de los elementos estructurales que necesitamos cada año, contando que lo utilicemos para fabricar CLT. Y si trabajaríamos con entramado ligero incluso sería 80%! Emma nos provoca y obviamente hay muchísimas complicaciones que nos impiden llegar allí. Pero mirando solo el cálculo de las áreas forestales y su productividad, parece que esto es lo que hay. Con lo que construimos cada año en Catalunya, ¿cómo puede ser que no haya una industria boyante de madera? Emma nos pone a pensar… y después hay que ponerse a trabajar, con madera.