
Exposición Francis Keré · arquitectura sostenible local o global?
La obra del arquitecto de Burkina Faso Francis Keré impresiona en primer lugar por ser de un mínimo impacto ecológico en cuanto a materiales. Tal como se muestra estos días en una exposición en el museo ICO en Madrid, se trata de una arquitectura sostenible, que se realiza trabajando con una admirable economía de recursos.
La exposición Elementos Primarios, que se puede visitar hasta el 20 de enero, enseña primero una serie de obras realizadas en su tierra natal, en el pueblo Gando. Aunque una parte de su formación la hizo en Alemania, Keré ha vuelto a África para construir allí obras para comunidades rurales.Y teniendo en cuenta su trasfondo europeo, es muy interesante de ver que la belleza que se muestra en sobre todo los primeros proyectos, nos recuerda a obras de gran potencia tectónica como la arquitectura romana y gótica y la de Godfried Semper y Berlage. La sencillez formal de Keré, supeditando el diseño a las leyes de la construcción, demuestra en realidad una gran sofisticación.
Sobre todo las primeras escuelas, viviendas y otras obras en Gando impactan, por la fuerza que demuestran al ser tan arraigado en el lugar donde se construyen. La composición en planta de los complejos también enseña semblanzas con la arquitectura estructuralista de team X (van Eyck, the Smithsons), maestros que ya habían estudiado las comunidades Africanas para aprender sobre lo esencial de las relaciones entre personas en edificios. Así Keré llega a una arquitectura sostenible integral, donde existe una gran coherencia entre formas, materiales, confort y función.
Como ya se ve por el hecho que nos recuerda a tantos ejemplos de arquitectura buena de todo el mundo, esta arquitectura local se demuestra simultáneamente global. Pero cuando Keré, una vez que ya forma parte del ‘international architecture establishment’ empieza a proyectar y construir fuera de África, las obras pierden algo de fuerza. Tal vez el problema no está tanto en que tiene que operar en terreno ajeno, pero más en el hecho que la escasez de recursos y las restricciones funcionales le inducen a una sencillez de gran belleza. Porque se ve tanto en pabellón Serpentine en Londres como en el proyecto para el nuevo parlamento de Burkina Faso, que la abundancia y la libertad le distraen de lo esencial.
De toda manera, y dejando de lado esta queja purista, hay que decir que esta exposición merece absolutamente una visita y que los proyectos están muy bien expuestas. Y se demuestra que la obra de Francis Keré es autentico, muy interesante por muchas razones y un claro ejemplo que la buena arquitectura sostenible es bella de por si.