
Construcciones estivales · madera salvaje
Durante la tormenta Gloria de la primavera pasada, muchos árboles en la cuenca del río Ter en Girona cayeron bajo la fuerza del viento y sus troncos acabaron en la desembocadura, la playa de la Gola del Ter. Ya durante el confinamiento la gente empezaron a construir con esta abundancia de madera salvaje cabañas de playa, cobijos improvisados mirando al mediterráneo.
Hay estructuras verdaderamente impresionantes y bellos y el conjunto genera un paisaje surrealista.
Aconsejamos a cualquier quien pasa este verano unos días en la Costa Brava de ir allí para pasar una mañana y ver esta exposición espontánea e informal, colección de construcciones orgánicas, que ahora dan sombra a los bañistas.