
Centro tecnológico sostenible Leitat
localización
descripción
Una sociedad tarrasense que se dedica a la “transferencia de tecnologías” convoca un concurso para construir la nueva sede, un centro tecnológico, en un bosque, fuera de la ciudad. El lugar no se ha escogido por casualidad. La vida laboral de los que allí trabajan busca un ambiente tranquilo, silencioso y sugerente. Muchos de ellos se pasarán todo el día en este lugar y cuentan con un comedor-bar y una pista de básquet para relajar los estados de concentración excesiva. La filosofía del grupo descansa en la virtualidad. La propia empresa se recrea y repiensa cada día, ya que los objetivos de la investigación se desplazan continuamente. Los procesos huyen de la rutina y por ello, el concepto de flexibilidad domina el futuro proyecto arquitectónico de esta industria del conocimiento. Por otra parte, el Ayuntamiento de Terrassa, muy cuidadoso con el medio natural prescribe medidas restrictivas referente a cortar árboles o modificar la topografía natural, muy accidentada del solar. Nuestra idea, ganadora del concurso, pretende expresar un hecho aparentemente absurdo en un edificio de 7.000m2: que apenas exista arquitectura, primeramente, reflejando la flexibilidad total de unas naves vacías, y en segundo lugar gracias al cerramiento de dichas naves con un cristal altamente reflectante, de manera que, desde fuera, solo se vea bosque reflejado mezclado con el bosque real. Una especie de barco alargado, sobre unas terrazas de antiguas construcciones, escalonado para minimizar la excavación, y varado en medio del bosque. La adaptación al gálibo del perfil natural del terreno coincide con el escalonado de las naves sucesivas unitarias unidas por los núcleos de circulación. La anchura de crujía es la lógica para la estructura y para la buena luz natural. Por último, el único elemento que no podía ser de cristal, la cubierta del conjunto, lo devolvemos a su condición de “no construido” para situar en esta plataforma inclinada el aparcamiento de coches.