
APROP · Viviendas en contenedores
La industrialización de la construcción puede ir lejos. El ayuntamiento de Barcelona ha construido en los últimos años dos proyectos de “alojamiento de proximidad provisional” utilizando contenedores de barcos como módulos de vivienda en el marco del proyecto APROP. Hace poco fuimos con socios locales del GBCe a una visita al edificio que desde hace medio año está habitado a lado de la Plaça de les Glòries y era un encuentro interesante.
La discusión da para mucho: hay que crear vivienda a partir de un contenedor? No es indigno querer “almacenar” a la gente en unos pisos que no tienen cédula de habitabilidad? Por otro lado: los contenedores de barcos son muy robustos y baratos, la necesidad de viviendas en Barcelona es grande y este sistema permite una construcción muy rápida, mientras que la huella del edificio resultante se reduce enormemente al recurrir a elementos “reutilizados”. Al final resultan unos pisos muy correctos, como hemos podido comprobar in situ y si se dice abiertamente que no se trata de una vivienda pero de “alojamiento provisional” entonces no debería haber problema, no? Creemos de toda manera que la “provisionalidad” se extenderá a plazos,… como digamos, más bien largos que provisionales y nos parece que un edificio como estos no se debería considera efímera. Así que casi sería preferible no pretender ni que sea temporal, ni que sea desmontado pronto, y procedemos a analizar el resultado como si se tratase de un edificio normal y permanente.
Entonces hay que decir que el edificio de Glòries de 42 unidades tiene un impacto serio. Casi 4 veces tan grande como el primer edificio en barrio Gótico, que era el inicio de un proceso y tal vez aun un experimento, ahora APROP ya se ha hecho grande. Y entonces se acusa que en realidad el primer ejemplo tenía más virtudes desde el punto de vista arquitectónico. El encaje en el entorno era más sutil, la materialización más coherente con la idea de industrialización y la sensibilidad en general mayor. Parece que, tanto por parte del promotor (el departamento de derechos sociales del ayuntamiento; no el de urbanismo….) como por parte del arquitecto, no se ha ido más allá en la sostenibilidad que el propio sistema de reutilización. Sino no se entiende porque una construcción como esta, expuesta al sol y con poca inercia térmica, se pinte de un color tan oscuro, a causa de lo cual se calentará mucho. Es como si la arquitectura sostenible fue dejada de lado, por lo cual el edificio carece de una visión transversal de reducción de impacto… un poco una oportunidad perdida.
Pero es de agradecer que el ayuntamiento busque sistemas de construir alternativas a los tradicionales, aunque será necesaria que se tomen en serio todos los aspectos técnicos, que son puñeteros, para aprovechar estas ocasiones, aprender al máximo y asentar una manera de hacer diferente.